Que no hay valle más profundo que tus ojos y poder alcanzarlos es la cosa más gratificante al igual que cuándo esbozas una sonrisa parando cada ‘’manecilla del reloj’’ Porque la grandeza reside en el lugar más árido, en cada rincón de ese corazón luchador, valiente, inconformista, encantador. La necesidad de superar cada batalla más allá de los límites me lo he propuesto por ti , por la realidad que hemos creado, gracias a la admiración profunda por ti.
Serás un bonito regalo para toda mi eternidad.
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